Si hoy se inventaran la Coca-Cola se llamaría completamente distinto, ya que los nombres ya no se ponen de forma inteligente, todo lo contrario, los nombres y el destino de muchas marcas los deciden un grupo de personas que no tienen ni idea de lo que están probando/viendo/degustando y sólo van porque les regalan cosas.
Este es el caso al menos en Colombia. Lo he vivido ya durante varias veces durante el tiempo que he ejercido mi profesión y siempre es una excusa para matar las buenas ideas.
Y en en serio, Coca-Cola hoy tiene 125 años, y se llama así afortunadamente porque en 1886 no existían los Focus Groups. Igual pasa con Nike, adidas, Microsoft, Apple y el resto de las marcas. Alguien con suficiente talante y capacidad de decisión dijo “esto se llama así, tan sólo porque yo lo digo”. Nadie pudo refutarle a Adolf ‘Adi’ Dassler que su marca se llamara Adidas (con la A en mayúscula como se escribía antes), y si hubiese querido llamarla Adidassler hoy todos usaríamos igual esa marca de las tres rayitas de igual manera que usamos Nike tan sólo porque alguien, amante de la mitología griega, decidió llamarla como la diosa de la victoria. Punto.Nadie le dijo al buen Adolf o a los fundadores de Nike, ni a Steve Jobs, ni a Bill Gates o cualquiera de aquellos decididos caballeros, que hicieran un ‘testeo’ para saber cómo llamar sus marcas según lo que dijeran los consumidores.
No juntaron un martes por la mañana a un grupo de personas con poca ocupación a que se reunieran para ver si les gustan los nombres (porque si no, no estarían libres un martes por la mañana). No pusieron a estos individuos a pensar si les gustaba más Perséphone, Atenea, Hera, Hestia o Nike. Esto se llama Nike, punto, y de ahí en adelante construiremos la marca.
En cambio ahora los genios del mercadeo no son capaces de tomar una decisión sin primero consultársela a unos desconocidos que sólo quieren que les regalen anchetas de productos. Personas que están ahí por no estar aburridos en su casa viendo televisión o junto a un esposo que no las mira y que sólo ve televisión.
Es horrible estar en esos ‘testeos’ la gente critica porque si y entre ellos compiten a ver quién lanza el comentario más ácido, mordaz y destructivo, sobre todo si la idea les gustó. Nadie es honesto y de repente, al primer chiste, todos son comediantes.Posible grupo de testeo para unos juguetes infantiles quienes decidirán si son divertidos o no
Y así es que se matan las buenas ideas, los buenos nombres, las buenas campañas publicitarias. Todo por el miedo del personaje de mercadeo que sabe que la campaña es muy buena, tanto, que le da miedo salir al aire aduciendo “¿y qué tal si la gente no la entiende?” así que decide testearla y librarse de responsabilidades en caso de que los resultados en ventas no sean los que ellos esperan.
Y esto aplica para nombrar productos, campañas publicitarias, nuevos sabores de productos, cambios en los empaques y todo lo que incurra en tomar una decisión.
También es una forma de decirle a la agencia o al creativo “su idea es tan, pero TAN buena, que la voy a pasar por un grupo de testeo para que la vuelvan chicuca y así podérselas tumbar”, y así es, finalizada la reunión le queda esa satisfacción al cliente de decir que no vamos para adelante, ya que de las diez personas que habían en la sala, a la señora gordita y bajita, de estrato 1-2, ama de casa, madre de 2 hijos y con nivel de escolaridad intermedio, no le gustó lo que vio y que a pesar de que a los 9 restantes si, ella representa el 0.8% de nuestro mercado potencial y es algo que no podemos descuidar como fabricantes de ropa deportiva (por poner un ejemplo).
Y así es como, al menos en Colombia, se matan las buenas ideas.
Y a ustedes ¿les han tumbado ideas de esa forma? ¿Han participado en algún grupo de testeo? Si lo han hecho ¿van por la ancheta de regalo?
¡Gracias por leer!
P.D: Propongo un minuto de silencio por todas las buenas ideas que ahora yacen en el fondo de un cajón en muy seguramente todas las agencias de publicidad del país.
Leave a Reply