Todos conocemos YouTube y nos hemos maravillado con sus delicias. Cómo no recordar la Caída de Edgar, los videos de la increíble Tigresa de Oriente o el fantástico Delfin Quishpe, el inconcebible TROLOLOL, el video de ¿Qué haces besando a la lisiada? y bueno, infinidad de momentos captados en video.
Pero para mi, el mejor uso y para lo que realmente sirve YouTube es para demostrar que no estoy loco.
¿Qué cómo así?
YouTube me ha permitido demostrar muchas veces que recuerdos que tengo de mi infancia son ciertos y que no me los estoy inventando tan solo por hacer conversación.El caso más puntual con esto es el de “Manni, El Jugador”, serie alemana que transmitían en las tardes por uno de los dos canales que existían en los 80’s y que siempre que lo traía a colación dentro de algún contertulio con amigos contemporáneos, ninguno recordaba haber visto. He aquí la prueba:
Hoy, luego de muchos años, encuentro en Internet que fue una serie de tan sólo 13 capítulos, que se transmitió originalmente en Alemania en febrero de 1981 y seguramente a Colombia llegó un par de años después. La información de la serie la encuentran aquí (está en Alemán, así que ya es hora que aprendan este bello idioma), y por casualidad hallé una entrevista que no conocía de la Revista SoHo a su protagonista.
Otro de estos recuerdos que he tenido que demostrar en más de una ocasión y que me parece algo increíble si me encuentro hablando frente a un colombiano promedio, de más o menos mi edad, es que en la serie Dejémonos de Vainas existieron dos “Juan Ramones”, el primero, personificado por el actor Víctor Hugo Morant durante un período de dos años y luego por el actor Carlos de la Fuente, quien lo interpretó hasta el final de la serie.
He aquí el opening original de la serie con el primer Juan Ramon:
¿Ahora si me creen? he preguntado en unas 3 ocasiones y la gente se queda extupefacta. Y es verdad, me he ganado apuestas de hamburguesas con este nimio conocimiento.
Buscando el video para este post, me encontré este excelente blog donde hoy a la hora del almuerzo me vi un episodio donde rememoran a los personajes que iniciaron la serie y que fueron cambiados y que realmente fueron muchos: la niña Teresita (Pecas), la tía Loli, Pepita Mendieta, y otros; y además homenajearon a aquellos quienes ya habían muerto en el momento en que la serie estaba cumpliendo 10 años al aire. El capítulo está en este post de ese blog.
Pero lo mejor de todo, fue recordar la trama, y el cuento para el cambio de actor fue que Juan Ramón A.K.A. “Puchis” viaja a México como Victor Hugo Morant y regresa, al mejor estilo de Dr Who, reencarnado en otro ser distinto personificado por Carlos de la Fuente.
Otras series, que voy a mencionar más brevemente, son Jayce Y Los Guerreros Rodantes:
Y la conversación con esta va más o menos así: ¿y no se acuerda que andaban en unos carros con unas matas encima? – No – ¿Y que tenían lásers y abrían huecos en otras plantas gigantescas y que tenían unos enemigos que también eran matas? – No – ¿Y que…. Bueno, con esas señas nadie se iba a acordar, pero apenas ven el opening se acuerdan. Una hamburguesa más para mi.
Esta se llamaba Gordian El Guerrero:
Y la trama no era muy distinta a la de Mazinger Z o cualquiera de esa época, la diferencia era que el tipejo tenía 3 robots que a modo de matrioska funcionaban uno encima del otro, con la ventaja que venían en 3 convenientes tamaños según la necesidad y le permitían entrar en casas o apartamentos sin hacer daños.
Y esta es la mayor de las razones por las que YouTube me ha ayudado a demostrar que no estoy loco:
Si, como no, José Miel pudo encontrar finalmente a su mamá y hay gente que jura con cruz en la mano que no fue así y cómo no voy yo a acordarme de la escena, si el día que la vi estaba con mi hermano, sentados en unas sillitas frente al televisor, ambos a berrinche con pulmón henchido y moco de bomba, a lo que mi abuela reaccionó contrariada y para calmarnos nos metió par juetazos y nos apagó el televisor. Este recuerdo es tan marcado, que me parece increíble haber dialogado con grandes filósofos del anime japonés que dicen que nunca encontró a su mamá ya que era una manifestación edípica de bláh, blah, blah, blah. No gané hamburguesa esa vez, pero me permití invitarle una a ese hambriento mamertín.
Ahora, hay que recordar que YouTube existe desde 2005, se popularizó en 2006 y sólo hasta hace un par de años fue posible entrar a él a través del celular, así que esta ardua labor de retomar viejas conversaciones y probar la existencia de esas series o escenas en particular ha sido bastante grande. Pero para qué nos sirven la Internet si no es para probar que no estamos locos.
Porque no estoy loco ¿cierto que no?
Y a ustedes ¿YouTube les ha permitido ganar apuestas de hamburguesas? ¿les ha servido para algo? ¿Vieron la caída de Edgar?
¡Muchas gracias por leer!
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